Cuando el mundo me dé la espalda acudiré a ti. Cuando la noche venza a la luz, a ti acudiré. Cuando el temor se apodere de mí, contigo estaré. Cuando mi fe se pierda, en ti pensaré.
Oh querido San Judas Tadeo, permíteme terminar mi labor en la vida. Permite que este humilde servidor cumpla el deber que Dios encomendó.
Para ello, necesito salir del abismo en que me encuentro, La luz que se encontraba en el corazón ha sido remplazada por humedad.
Humedad que me lastima por dentro y apaga mi sangre. Oh, glorioso y santísimo San Judas Tadeo, te ruego.
Amado y venerado patrono, de los casos difíciles, te ruego. Oh, querido pastor, de ovejas descarriadas, condúceme por el bien, te ruego.
Acudo a ti con pena, pero con fe. Pido ayuda en este favor (dices el favor que buscas), te ruego que así sea.
Conforme tu voluntad e infinita sabiduría, te ruego me ayudes. Conforme tu voluntad, glorioso San Judas, conforme mí fe, y me ayudes. Espero que este favor se devuelva a mis semejantes en buenas acciones.
Oh San Judas Tadeo
Te ruego y te pido me ayudes con este favor (repite el favor que quieres). Se que me escuchas y ayudas, gracias, gracias, gracias.
Amén..
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