Autor: Jesucristo
1.- ORACIÓN INICIAL
"Me uno en oración al Corazón
Inmaculado de María y a los ejércitos Celestiales para repeler toda maldad de
los demonios.
Hago extensiva esta oración a mi familia, hermanos y parientes y
en general al mundo entero. Jesús, María y José sálvanos de todo mal".
2.- (EFESIOS 6. 10-18)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor
con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan
resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos
de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos
de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el
espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en
el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos.
Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la
justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena
Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán
apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven
constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu.
Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos.
3.- ROSARIO DE LA VIRGEN MARIA
Rezo del Santo Rosario unido
espiritualmente a la Santísima Virgen María.
4.- SALMO 91
Tú que vives bajo la protección del
Dios Altísimo y moras a la sombra del Dios Omnipotente, di al Señor: "Eres
mí fortaleza y mí refugio, eres mi Dios en quien confió". Pues El te
librará de la red del cazador, de la peste mortal; te cobijará bajo sus alas y
tú te refugiarás bajo sus plumas. Su lealtad será para ti escudo y armadura. No
temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela en el día, ni a la peste
que avanza en las tinieblas, ni al azote que asola el mediodía. Aunque a tu
lado caigan mil y diez mil a tu diestra; a ti no te alcanzarán. Te bastará
abrir los ojos, y verás que los malvados reciben su merecido, ya que has puesto
tu refugio en el Señor y tu cobijo en el Altísimo.
A ti no te alcanzará la desgracia Ni la
plaga llegará a tu tienda, pues Él ordenó a sus santos ángeles que te guardarán
en todos tus caminos, que te llevarán en sus brazos para que tu pie no tropiece
con piedra alguna, andarás sobre el león y la serpiente, pisarás al tigre y al
dragón.
Porque Él se ha unido a mí yo lo
libraré, Lo protegeré pues conoce mí nombre; si me llama, yo le responderé,
estaré con Él en la desgracia. Lo libraré y lo llenaré de honores, le daré una
larga vida, le haré gozar de mí salvación.
5.- ORACION DE PROTECCIÓN ENTREGADA POR JESÚS
"Oh Coraza de la Sangre del
Redentor; protégeme en todos mis caminos y batallas espirituales; cubre mis
pensamientos, potencias y sentidos con tu coraza protectora, reviste mi cuerpo
con tu poder.
Que los dardos incendiarios del maligno, no me toquen ni en el cuerpo,
ni en el alma; ni el veneno, ni el hechizo, ni el ocultismo me hagan daño; que
ningún espíritu encarnado o descarnado me perturbe; que Satanás y sus huestes
del mal, huyan de mí al ver la Coraza de Tu Sangre Protectora. Libérame de todo
mal y peligro Gloriosa Sangre del Redentor, para que pueda cumplir la misión
que me ha sido encomendada y dar Gloria a Dios. Me consagro y Te consagro a mi
familia voluntariamente al Poder de Tu Sangre Protectora ¡Oh mi buen Jesús,
libérame a mi y a mi familia y seres queridos de todo mal y peligro. Amén
6.- CONSAGRACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESUCRISTO
Consciente de mi nada y de tu
sublimidad, misericordioso Salvador, me postro a tus pies, y te agradezco por la
gracia que has mostrado hacia mí, ingrata criatura. Te agradezco especialmente
por liberarme, mediante tu Sangre Preciosa, del poder destructor de Satanás.
En presencia de mi querida Madre María, mi Ángel Custodio, mi
Santo patrono y de toda la corte celestial, me consagro voluntariamente, con
corazón sincero, oh queridísimo Jesús, a tu preciosa Sangre, por la cual has
redimido al mundo del pecado, de la muerte y del infierno. Te prometo, con la
ayuda de tu gracia y con mi mayor empeño, promover y propagar la devoción a tu Sangre
Preciosa, precio de nuestra redención, a fin de que tu Sangre adorable sea
honrada y glorificada por todos.
De esta manera, deseo reparar por mi
deslealtad hacia tu Preciosa Sangre de Amor y compensarte por las muchas profanaciones
que los hombres cometen en contra del precioso precio de su salvación.
¡Oh, si mis propios pecados, mi frialdad y todos los actos irrespetuosos
que he cometido contra ti, oh santa y preciosa sangre, pudieran ser borrados!
He aquí, querido Jesús, que te ofrezco el amor, el honor y la adoración que tu
Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han ofrecido a tu
Preciosa
Sangre. Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad y que perdones
a todos los que te ofenden. ¡Oh Divino Salvador! Rocíame a mí y a todos los
hombres con tu Preciosa Sangre, a fin de que te amemos, oh amor crucificado de
ahora en adelante con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el precio
de nuestra salvación!. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras
súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡oh
Virgen siempre gloriosa y bendita. Que mi paz os acompañe. No temáis, yo estaré
con vosotros hasta la consumación de los tiempos. Soy vuestro Maestro y Pastor.
Jesús, el Buen Pastor de todos los tiempos. Ovejas de mi grey, no os quedéis
quietas: propagad mis mensajes al mundo entero.
7.- ORACIÓN DE COMBATE A SAN MIGUEL
Se llama primero a San Miguel, pidiéndole
permiso al Padre celestial con el rezo de un Padrenuestro. Luego se dice la
oración que se enseñó para estos tiempos:
San Miguel Arcángel: Defiéndenos en la pelea contra Satanás y sus demonios;
sed nuestro amparo y protección; que el Altísimo os dé el poder y el permiso
para que nos asistáis y que Dios haga oír su voz imperiosa para que expulse a
Satanás y sus demonios que quieren hacer perder la humanidad. Que tu grito:
"Quién como Dios, someta a Satanás y sus demonios bajo nuestros pies.
Amén".
8.- CORONA A SAN MIGUEL (es bueno rezar esto también)
La corona consiste de un Padrenuestro y
tres veces Ave María, en honor de cada Coro Angelical.
Promesas De San Miguel
A los que practican ésta devoción en su
honor, el Arcángel promete grandes bendiciones. Promete enviar un Ángel de cada
Coro Angelical, para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión.
Además, a los que recitaran estas nueve Salutaciones todos los días, les
asegura que disfrutarán de su asistencia continua. Es decir, durante ésta vida
y también después de la muerte. Aun más, serán acompañados de todos los
Ángeles; y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados
del Purgatorio.
Método de rezar la Corona a San Miguel
Se empieza la corona rezando en la
Medalla (ver dibujo más abajo), la siguiente Invocación:
0h Dios, ven en mi ayuda.
Apresúrate, Señor a socorrerme.
Gloria al Padre...
Primera salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de los
Serafines, que Dios Nuestro Señor
prepare nuestras almas; y así recibir dignamente en nuestros corazones, el
fuego de la Caridad perfecta. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Segunda salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de los
Querubines, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado; y seguir el camino de la
Perfección Cristiana. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Tercera salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de Los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros
corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Cuarta salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de
Dominaciones, que Dios Nuestro Señor
nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos; y así dominar nuestras
pasiones. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Quinta salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor protege nuestras almas, contra
las acechanzas del demonio. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Sexta salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de Las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo
mal, y no nos deje caer en la tentación. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Séptima salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de Los
Principados, que Dios Nuestro Señor se
digne llenar nuestras almas, con el verdadero espíritu de la obediencia. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Octava salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de Los
Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras; y
así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Novena salutación
Por la intercesión de San Miguel y el
Coro Celestial de Los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia, de
ser protegidos por ellos, durante ésta vida mortal; y que nos guíen a la Gloria
Eterna. Amén.
(Padre Nuestro. y 3 Ave Marías)
Siguiendo la flecha en la gráfica que
apunta los números 10 -13, se reza un Padrenuestro en honor de cada uno de los
siguientes
Ángeles, como se indica:
10, a San Miguel.
11, a San Gabriel.
12, a San Rafael.
13, al Ángel de la Guarda.
La Corona de San Miguel se termina con
las siguientes Oraciones:
Oh Glorioso Príncipe, San Miguel, Jefe
Principal de la Milicia
Celestial; Guardián fidelísimo de las
almas; Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes; fiel Servidor en el Palacio
del Rey Divino, sois nuestro admirable Guía y Conductor. Vos que brilláis con
excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena
confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección; para que
seamos más y más fieles al servicio de Dios, todos los días de nuestra vida.
V. Rogad por nosotros, 0h Glorioso San
Miguel, Príncipe de la
Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar
Sus Promesas.
ORACIÓN
Omnipotente y Eterno Dios, Os adoramos
y bendecimos. En Vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de
salvar las almas del género humano, habéis escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel,
como Príncipe de Vuestra Iglesia. Humildemente Os suplicamos, Padre Celestial,
que nos libréis de nuestros enemigos.
En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno
se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor
Nuestro, guiadnos por medio de éste mismo Arcángel. Enviadle que nos
conduzca a la Presencia de Vuestra Excelsa y Divina Majestad. Os lo pedimos por
los meritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
(Con Aprobación Eclesiástica)
SALVE REGINA
La Salve
¡Dios te salve, Reina y Madre de
Misericordia; Vida y Dulzura,
Esperanza Nuestra, Dios te salve! A ti
llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en
éste valle de lágrimas. ¡Ea, pues, Señora, Abogada Nuestra! Vuelve a nosotros ésos
tus ojos misericordiosos. Y después de éste destierro, muéstranos a Jesús, Fruto
Bendito de tu Vientre. ¡Oh Clementísima, Oh Piadosa, Oh Dulce siempre Virgen
Maria! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
"5 años de Indulgencia"
Hasta punto 7 y recomendable punto 8,
son las oraciones que deben rezarse todos los días. Rezar también el Exorcismo
del Papa León XIII, buscarlo en nuestra biblioteca y también hay una página en
el portal.
Les entregamos además otras entregadas
por Jesús. No son parte de la Armadura Espiritual pero les recomendamos
incluirlas si les es posible o rezarlas cuando se pueda en forma independiente.
1.- COMUNIÓN ESPIRITUAL
¡Oh sangre de Jesucristo, yo te adoro
en tu Eucarística presencia en el altar! Yo creo en tu poder y dulzura. Penetra
en mi alma y purifícala en mí corazón, inflámalo.
Preciosa sangre de Jesús, realmente
presente en la sagrada Hostia, alumbra mi inteligencia, toma posesión de mi
mente, circula siempre por mis venas, que todos mis sentidos sean marcados con
tu divina unción, que mí corazón palpite sólo por tu gloria y que mis labios te
exulten por siempre.
(La Comunión Espiritual, hecha 3 veces,
servirá de alimento espiritual para los días de la purificación, cuando no se
pueda recibir la Hostia consagrada).
2.- ROSARIO DEL BUEN PASTOR
Dado para los tiempos de la tribulación
Se empieza con un Credo y un
Padrenuestro. En cada decena se dice: "Oh buen Pastor", y los demás
contestan: "Sé nuestro amparo y nuestro refugio".
Al terminar cada decena se dice:
"Yo soy el Buen Pastor y el Buen Pastor da la vida por sus ovejas".
Se reza un Padrenuestro y vuelve a empezarse como al principio.
Al terminar el Rosario se reza el salmo 23.
SALMO 23
El es mi pastor: nada me puede faltar,
Ante mí está la mesa y la copa de Cristo; recibí mejor que la unción de aceite
sagrado, la del Espíritu Santo (1 Juan 2,27); espero, no el descanso de la
muerte, sino el de la resurrección junto al Padre.
El Señor es mi pastor, nada me falta, en verdes pastos él me hace reposar
y a donde brota agua fresca me conduce.
Fortalece mi alma, por el camino del bueno me dirige por amor de
su Nombre. Aunque pase por quebradas muy oscuras no temo ningún mal, porque tú
estás conmigo, tu bastón y tu vara me protegen. Me sirves a la mesa frente a
mis adversarios, con aceites tú perfumas mi cabeza y rellenas mi copa. Me
acompaña tu bondad y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la casa
del Señor por largo, largo tiempo.
3.- ROSARIO DE SAN MIGUEL
Se empieza con un Credo y un
Padrenuestro; luego se dice: "Mi alma alaba y glorifica a Dios". (3
veces).
Luego se dice: "San Miguel, San
Gabriel, San Rafael, rogad a Dios por mí y por mí familia". (3 veces).
Luego se reza un Padrenuestro y se
dice: "Quién como Dios". Y los demás contestan: "Nadie como
Dios". (10 veces).
Al terminar de decir las 10 veces se
vuelve a comenzar como al principio.
Al terminar el Rosario se dice:
Gloria a Dios en cielo, y en la tierra
paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te
bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del
Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas
el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha
del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, Sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén
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