Oh mi dulce Jesús, mi amigo, mi hermano, mi Señor Soberano, afable Pastor de las almas que das la vida por tu rebaño, te doy gracias por guiar mis pasos y cuidar mis caminos y por ser tan bueno y darme tu comprensión y ayuda, pues ni aún en los peores momentos te has olvidado de mí; tu misericordia es tan grande que todo lo puede, y tu amor hacia nosotros es tan fuerte que todo lo vence por ello, recibe mi reconocimiento, mi amor y confianza.
¡Glorificado seas queridísimo Jesús, dueño mío!, ¡alabado sea por siempre tu Sagrado Corazón!, espero de tu Divina clemencia el perdón de mis ofensas, y en estos muy difíciles momentos te pido me prestes un poco de atención, escuches esta suplica incesante y confiada que con toda esperanza te hago, y me ayudes a remediar mis muchos problemas, mis necesidades extremas y urgentes y los agobios que llenan mi vida y afligen mi alma.
Jesús mi amigo, mi hermano, mi refugio, una vez más pongo delante de tu poder Divino, y en la infinita asistencia de tu gracia, todo lo que ahora me atormenta y es causa de mi pena para que me ayudes a solucionarlo.
Jesús manso y humilde de corazón que nos dijiste:
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré alivio” (Mt 11,28) dirígeme y auxíliame en medio de esta amargura, fortalece mi corazón y calma mis desasosiegos, extiende ahora hacia mi tu Brazo Poderoso para que encuentre la esperanza del Cielo y consiga solventar esta grave y complicada situación:
(Decir el problema y hacer con gran fe la
petición).
Oh amado Buen Pastor, Jesús mío, te ruego auxilio, facilítame lo necesario para salir de esta amargura, pide al Padre Dios me favorezca con su misericordia y aparte todo lo que me impide tener una vida dichosa, ruégale que me conceda su perfecta ayuda para que en breve vea cumplidos mis deseos.
Jesús mi amigo, mi hermano, mi refugio, Divino Pastor nuestro lleno de bondad y clemencia soy tuyo/a, a Ti confiadamente me entrego con todo lo que soy y lo que tengo, asísteme, ampárame, resguárdame y protégeme cuando veas que me siento solo/a y perdido/a, ayúdame a ser verdadero discípulo tuyo y a seguirte con un corazón libre y disponible, enséñame a ser servicial con los demás y guíanos a todos para que seamos un solo rebaño y Tu, por siempre, nuestro Buen Pastor.
Buen Jesús, alimenta y robustece nuestras almas, infúndenos caridad y esperanza y enséñanos a acercarnos más al Padre y por medio de María, tu gloriosa y bendita Madre, que es mediadora de todas las gracias, danos los cuidados y auxilios que tanto necesitamos.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria.
La oración y los rezos se hacen tres días seguidos, o nueve como una novena, si la petición es muy desesperada y difícil.
