ORACION AL BRAZO PODEROSO DE JESUS

Y Jesús respondió, diciéndoles: Tened fe en Dios. En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas… (Marcos 11, 22-24).

Brazo Poderoso de mi Jesús, ante Ti vengo con toda la fe de mi alma a buscar tu consuelo en mi difícil situación. No me desampares Jesús mío, que las puertas que se han de abrir en mi camino sea tu Brazo Poderoso el que me las abra para darme la tranquilidad que tanto ansío.
Dígnate Señor mío recibir estas súplicas que te hace mi corazón afligido por los duros golpes del cruel destino que lo han vencido siempre en la lucha humana. Ya que si tu Poder divino no interviene en mi favor, sucumbiré por falta de ayuda. Brazo Poderoso de Jesús, ayúdame, ampárame, y asísteme, concédeme la Gracia Celestial.

Gracias Dulce Jesús. Gracias Brazo poderoso de Jesús, en ti confío. Brazo Poderoso, Jesús Divino, hoy que embarga mi alma una pena rasgándome el pecho la desesperación, vengo a ti, ya por la excelsa virtud de tu superioridad, ya porque compenetras todos los corazones, y sobre todo, porque en el dominio del fuero interno sabes entender lo que pasa y hasta dónde me corresponde la culpabilidad.

Brazo Poderoso, Tú que antes de llegar a la inmortalidad de tus Divinas alturas pasaste por la tierra y estudiaste las flaquezas de los que fueron hechos por la Divina Mano para buscar su redención, y te expusiste a toda suerte de dolores y sacrificios, regando la tierra con tu Sangre y tus sublimes doctrinas y enseñanzas, Tú Jesús adorado que sabes escuchar, te imploro, Señor, acoge hoy mi ruego y recíbelo en tu corazón.

Corazón moldeado para todas las grandezas y lleno para conceder favores a los que envueltos en olas del infortunio buscan tu alivio y regazo; acógeme, Señor, y dame tu poderosa y valiosa ayuda para salir de esta grave situación que me embarga y que me resulta muy difícil de solucionar yo solo, acoge mi petición fervorosa que de rodillas ante tu imagen, y con los ojos encendidos por la suprema fe, te hago con humildad y esperanza: 

(Pedir ahora lo que se desea conseguir).

Señor Jesús, confío en tu milagroso Brazo Poderoso lleno de amor y misericordia y sé que hallaré en Él pronta respuesta y solución. Jesús mío, que tu Espíritu Santificador me haga participe del triunfo sobre el mal, que tu Espíritu de Amor dirija mis pasos y mi corazón para que pueda seguirte e imitar tu entrega, que Tu Espíritu y bendición constante me acompañen todos los días de mi vida.

 Así sea.

Rezar tres Credos, tres Padrenuestros y una Salve a la Santísima Madre de Jesús. 
Que tu Cruz sea su luz y no permitas que el enemigo los desvié del camino.

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