“…No he visto al
justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan. Salmos 37:25 (RVR1960)
Recuerdo un doloroso momento que me tocó vivir,
cuando a mi madre le diagnosticaron tres enfermedades. Por la complejidad de su
estado, los médicos me dijeron que en cualquier momento ella podía quedarse
dormida y ya no despertar. Mi corazón desfalleció y lloraba, no miento.
Le dije a Dios: ¿qué pasó con mis oraciones?
Pareciera que no llegan. pero Él en ese mismo instante me respondió con su
palabra: Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he
venido…tengan vida Juan 10:10, Él me recordó que las circunstancias
pueden decir muchas cosas, pero que si la vida de mi mamá estaba en sus manos.
Nada malo pasaría ya que Él tiene el control de todo. Dios cumplió su promesa y
le dio a mi madre vida en abundancia.
Si estás pasando por situaciones de mucho dolor,
parecidas a las que yo pasé, recuerda que Dios es tu bandera, Él está contigo y
va delante de ti para que nada ni nadie puedan tocar tu vida. Créelo y gózate.
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