Tal
vez estés dispuesto a dar cualquier cosa con tal de ver cambiar a la persona a
quien quieres, ya sea tu esposo, hijos, tus padres, tu pareja u otra persona
que sea importante en tu vida; posiblemente porque su conducta te cause dolor.
Seguramente ya has intentado hacer algo, tal vez has hablado con esa persona
pero las circunstancias continúan de la misma forma.
En esta oportunidad quisiera invitarte a creer algo diferente.
En esta oportunidad quisiera invitarte a creer algo diferente.
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera,
el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y
cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.” Juan
16:7-8
Antes de que Jesús se fuera a los cielos dejó la promesa de que después de Él vendría un “Consolador” es decir: El “Espíritu Santo” quién “convencerá”, “mostrará a las personas sus pecados, “abrirá los ojos para que reconozcan su falta o error.”
Recuerda que reconocer es el primer paso para que una persona cambie, si uno no reconoce que está en mal camino seguirá con el mismo proceder.
Debes tener presente que es el Espíritu de Dioses aquel que puede persuadir a esa persona acerca desu mal comportamiento.
Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad...1 Tesalonicenses 1:4-5 NTV.
De igual forma, cuando vayas a anunciar la palabra de Dios para que una persona cambie su manera de pensar y de vivir, “sólo el Espíritu Santo les dará plena certeza de que lo que tú le dices es la verdad” de tal manera que necesitas el Él para que tus palabras no sean corrientes, sino tengan un toque del poder de Dios.
"Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá… ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11:9-10 y 13b)
Si deseas cambiar o que alguien cambie, primeramente es necesario que le pidas a Dios la presencia de su Espíritu en tu vida. Búscalo, ora, ponte de rodillas, arrepiéntete de tus pecados, pídele perdón, empieza a leer su palabra, y después pídele también por la persona que deseas que cambie, te aseguro que verás resultados.
Antes de que Jesús se fuera a los cielos dejó la promesa de que después de Él vendría un “Consolador” es decir: El “Espíritu Santo” quién “convencerá”, “mostrará a las personas sus pecados, “abrirá los ojos para que reconozcan su falta o error.”
Recuerda que reconocer es el primer paso para que una persona cambie, si uno no reconoce que está en mal camino seguirá con el mismo proceder.
Debes tener presente que es el Espíritu de Dioses aquel que puede persuadir a esa persona acerca desu mal comportamiento.
Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad...1 Tesalonicenses 1:4-5 NTV.
De igual forma, cuando vayas a anunciar la palabra de Dios para que una persona cambie su manera de pensar y de vivir, “sólo el Espíritu Santo les dará plena certeza de que lo que tú le dices es la verdad” de tal manera que necesitas el Él para que tus palabras no sean corrientes, sino tengan un toque del poder de Dios.
"Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá… ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11:9-10 y 13b)
Si deseas cambiar o que alguien cambie, primeramente es necesario que le pidas a Dios la presencia de su Espíritu en tu vida. Búscalo, ora, ponte de rodillas, arrepiéntete de tus pecados, pídele perdón, empieza a leer su palabra, y después pídele también por la persona que deseas que cambie, te aseguro que verás resultados.
Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre
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