VERGÜENZA

Viviste algún momento incómodo donde deseaste desaparecer

Una amiga me contó que en una ocasión estaba regresando a su casa demasiado tarde, ella estaba sola y además asustada porque había escuchado diferentes noticias de raptos en movilidades.
Se asustó mucho cuando pensó que un taxi parecía seguirla y de repente frenó justamente donde ella se encontraba.

En ese momento de desesperación tocó la primera puerta que encontró. Cuando se dio cuenta que los que bajaron del auto eran los dueños de aquella casa, se inventó el nombre de alguien a quien buscaba. Fue un momento muy incómodo pero gracioso de recordar.

Reflexionemos la definición de la palabra vergüenza en el diccionario: “Sentimiento de incomodidad producido por el temor a hacer el ridículo ante alguien”. Es natural sentirse incómodo por situaciones que nos avergüenzan, seguramente te ha pasado a ti, lo que es lamentable, es sentir vergüenza por aquello que nunca debiéramos sentir, por ejemplo: por el apellido, por la familia, o como un cristiano por el evangelio.

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree...” Romanos 1:16

A muchos cristianos les da vergüenza ser vistos con su biblia, enseñar o anunciar que son hijos de Dios. La verdad es que si ellos creyeran en Dios y en el poder de su Palabra, jamás tendrían vergüenza de hacerse conocer.

Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. Marcos 8:38

La verdad es que Dios es quién debería sentirse avergonzado de nosotros, al ver hijos tan cobardes e incrédulos. La palabra dice que Él se avergonzará de ellos.

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos. 2 Timoteo 1:8-9

Quisiera preguntarte: ¿Todos los que te rodean ya saben que eres cristiano? ¿Enseñas la Palabra de Dios? ¿Tienes pasión por las almas y estás buscando salvar vidas? Estas preguntas deberían hacerte reflexionar porque tal vez con tus actitudes estás deshonrando a Dios al sentir vergüenza de su evangelio, lo bueno es que no es tarde para arrepentirte.

Hoy te animo a enseñar en todo momento y lugar que puedas sobre el amor de Dios, a decir a cada persona con quien te encuentres que eres cristiano y a llevar la biblia en tu mano. ¡Si eres hijo de Dios, valora las palabras de tu padre!

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