Por
mucho tiempo me había preguntado en qué área o Departamento de la Iglesia
debería servirle a Dios. Era muy joven para entender mi lugar y empecé a probar
en lo que creía que podría hacer, a medida que pasaba el tiempo iba descartando
todo, porque en realidad estaba pensando en mí y jamás se me pasó por la mente
preguntarle a Dios lo que Él quería que yo haga.
“Hay
distintas clases de dones espirituales, pero el mismo Espíritu es la fuente de
todos ellos. Hay distintas formas de servir, pero todos servimos al mismo
Señor. Dios trabaja de maneras diferentes, pero es el mismo Dios quien hace la
obra en todos nosotros. 1 Corintios 12:4-6 (NTV).
La
iglesia en conjunto es el cuerpo de Cristo; unos podemos ser los brazos que
están dispuestos a poner la mano de obra, o los pies, saliendo de nuestra
comodidad para llevar la palabra de Dios por los confines de la tierra, otro
podemos ser los oídos que con tanta paciencia escuchan a aquellos que necesitan
de un consejo, etc. Pero debemos entender que cada uno tiene un lugar
específico en la iglesia y de la misma forma una responsabilidad que la
persona que está a tu lado no desempeñaría como lo harías tú.
Una
oreja no puede respirar, así como la nariz no puede escuchar. El estómago no se
hizo para pensar así como la cabeza no procesa alimentos. La espalda no puede
ver, sino los ojos. De la misma manera cada creyente debe encontrar su lugar en
el cuerpo de Cristo para así no interferir con su funcionamiento.
Si
en estos días te has cansado de dar vueltas en el mismo lugar pensando en lo
que podrías hacer por el Señor, quiero darte una pauta muy importante: Lo
primero que debes hacer es reconocer que es Dios quien te creó y conoce
bien cómo y dónde funcionas mejor.
¿Te
imaginas los ladridos de un gato? Tal vez sí, pero esto sólo existe en nuestra
imaginación porque no hay gatos que ladren, son los perros que lo hacen muy
bien, porque fueron creados de esa forma. Así también, Dios te hizo alguien
especial con dones que tal vez aun no has descubierto.
Los
dones espirituales son herramientas dadas por el Padre en concordancia con su
plan divino (1 Corintios 12:28-31, Romanos 12:6-8). Por lo que sólo en su
voluntad se tendrá éxito. Sería lo equivalente a que una flecha dé en el
blanco.
Los
principales dones espirituales son palabra de sabiduría, discernimiento de
espíritus, don de lenguas, don de Interpretación de lenguas, donde Profecía,
dones de Sanidades, don de hacer milagros y don de fe. Y dependiendo del
don o dones que se hayan recibido del Espíritu Santo será la función del
creyente en el cuerpo y su misión en la tierra.
Te
animo a buscar en oración el propósito de Dios para tu vida y si en verdad
quieres cumplir tu misión acá en la tierra, solamente debes pedirle a Dios con
toda fe y sinceridad de tu corazón lo que Él desea que hagas, clama para que
pueda derramar sus dones sobre ti, porque sin duda Él te los dará.
Si
últimamente te has sentido como un ojo que no ve, quizá no estés en el lugar
correcto. O si dentro de ti hay un fuego que no sabes cómo apagarlo, pide
dirección al Señor para que active en ti lo que te ha dado. Pero jamás intentes
ser alguien que no eres, no trates de encajar en un ministerio que te beneficie
a ti solamente, pues poner en obra los dones dados por Dios es para la
edificación de la iglesia, no cometas este error y encuentra el lugar que el Señor
te ha dado.
NO
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