"¿Por
qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
Porque aún he de alabarle; Salvación mía Dios mío." Salmo 42:5
Lo que el Salmista está queriendo decir es: ¿Por qué te desanimas oh alma mía,
y porque estas triste dentro de mí?
El desánimo es una de las armas más fatales de satanás, produce
falta de ánimo, desmotivación, duda, conformismo y sobre todo hace que uno
pierda las esperanzas de seguir luchando. En nuestra vida no hay nada
peor que el desánimo. Puede ser peor que una enfermedad incurable,
porque cuando el desaliento se apodera de una persona, es muy difícil,
aunque no imposible, que uno solo salga adelante.
Quizá en este día te sientes desanimado, sin fuerzas, sin ganas de luchar
y has perdido totalmente las esperanzas, te animo a que te
acerques a Dios y le digas en este momento como te sientes. Te
puedo asegurar que no hay nada mejor que la presencia de Dios para renovar tus
fuerzas.
Abre tu corazón y permite que el Espíritu Santo te ministre la paciencia, el
ánimo, la esperanza, la alegría y la paz de Dios.
El apóstol Pablo dice que no nos desanimamos porque aunque por el momento lo pasemos mal, interiormente Dios nos está renovando. Dice que nuestros problemas son ligeros, que no duran mucho y en Dios nos realizan algo bueno. “Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo esté muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día. Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!” 2 Corintios 4:16-17 (NTV)
No dejes que los problemas o las circunstancias de la vida te desanimen, humíllate bajo la mano poderosa de Dios, echa toda tu ansiedad sobre él, resiste al diablo y tendrás la victoria asegurada.
Dios te ofrece a ti y los que sufren una esperanza grande. Él mismo pronto y personalmente vendrá a restaurarte, y hacerte fuerte, firme e inmovible.
“Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento. En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido. ¡A él sea todo el poder para siempre!
Amén.”
1
Pedro 5:6-11 (NTV)
Solo en la presencia de Dios podrás vencer el desánimo y los problemas.
Solo en la presencia de Dios podrás vencer el desánimo y los problemas.
¡Confía en las Promesas de Dios!