San Judas, apóstol de Jesucristo y amigo fiel, la Iglesia te honra y te invoca en busca de tu intercesión.
Por favor, ayúdame en estos momentos de necesidad y desesperación, escucha mis suplicas y ruega por mi ante Dios para que pueda recibir su ayuda y consuelo.
Mi vida se encuentra llena de obstáculos, penas y sufrimientos, y muchas veces siento que camino por caminos llenos de espinas afiladas.
Pero confío en que con tu ayuda y la de Dios, podré superar cualquier obstáculo y encontrar la paz y la felicidad que tanto anhelo.
Ruego especialmente por (Di tu petición), pero también te pido que me ayudes a crecer en la fe, la esperanza y el amor por nuestro Señor Jesucristo.
Que la gracia divina nos acompañe siempre y que algún día podamos unirnos en el cielo para adorar a Dios por toda la eternidad.
Oh, glorioso San Judas, fiel amigo de Jesús, acudo a ti en este momento de necesidad. Te suplico que ruegues por mí y me ayudes a recordar que nunca estoy solo en mi camino.
A través de tus súplicas, pido a Dios que me envíe fuerza para enfrentar mis desafíos, consuelo en mi dolor y curación en medio de mis sufrimientos.
Pido tu intercesión para que Dios nos llene a mí y a mis seres queridos de gracia, aceptando con humildad y fe lo que Él nos tiene preparado.
Que tu amorosa promesa de esperanza, San Judas, me inspire a transmitirla a los demás como se me ha dado a mí, y así, también puedan encontrar la paz que solo Dios puede brindarnos.
Gracias por escuchar mis súplicas, San Judas, y por tu poderosa intercesión ante nuestro Dios. Confío plenamente en que siempre estarás a mi lado, dando consuelo y fuerzas en momentos de necesidad.
Amén.
