El 27 de Noviembre, día en que Catalina recibió la visita y el mandato para la creación de la Medalla milagrosa por parte de la Virgen, se celebra la Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa. En vista de esta importante fecha, nació la Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa, que debe recitarse del 18 al 26 de noviembre y cada vez que se piden gracias y consagración. La Novena de la Medalla Milagrosa también debe recitarse a las 5:30 pm del 27 de noviembre, la hora exacta en que se realizó la aparición, y en preparación para las celebraciones del último domingo de junio.
SÚPLICA A NUESTRA SEÑORA.
Oh, Inmaculada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, al contemplarte de brazos abiertos esparciendo gracias sobre aquellos que te las piden, llenos de la más viva confianza en tu poderosa y segura intercesión, innumerables veces manifestada por la Medalla Milagrosa, aún reconociendo nuestra indignidad por causa de nuestras numerosas culpas, osamos acercamos a tus pies para exponeros durante esta novena nuestras más apremiantes necesidades … (SE PIDE LA GRACIA).
Escucha, pues, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, este favor que confiados te solicitamos para mayor gloria de Dios, engrandecimiento de tu nombre y bien de nuestras almas. Y para mejor servir a tu Divino Hijo, inspíranos un profundo odio al pecado y danos el coraje de afirmarnos siempre verdaderamente cristianos. Así sea.
Santísima
Virgen, yo creo y confieso tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin mancha.
¡Oh, purísima Virgen María!, por tu Concepción Inmaculada y gloriosa
prerrogativa de Madre de Dios, alcánzame de tu amado Hijo la humildad, la
caridad, la obediencia, la castidad, la santa pureza de corazón de cuerpo y
espíritu, la perseverancia en la práctica del bien, una buena vida y una santa
muerte. Así sea.
Se rezan tres veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Gloria y la jaculatoria: Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.
Al final de la Novena, el día 27 durante la misa, se recita el acto de consagración.
¡Oh,
Virgen Madre de Dios, María Inmaculada!,
nosotros te ofrecemos y consagramos, bajo el título de Nuestra Señora de la
Medalla Milagrosa, nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestra alma y todos
nuestros bienes espirituales y temporales.
Haz que esta Medalla sea para cada uno de nosotros una señal cierta de tu afecto y un recuerdo imperecedero de nuestros deberes hacia ti.
Y que al llevar tu Medalla nos guíe siempre tu amable protección y nos conserve en la gracia de tu divino Hijo.
¡Oh, poderosísima Virgen, Madre de nuestro Salvador!, consérvanos unidos a ti en todos los momentos de nuestra vida.
Alcánzanos a todos nosotros, tus hijos, la gracia de una buena muerte, a fin de que, juntos contigo, podamos gozar un día de la celeste beatitud.
Amén.
Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.
Los fieles también pueden optar por recitar la Coronilla de la Medalla Milagrosa, que se puede usar en la apertura del Rosario o como Novena o Triduo antes del 27 de cada mes, especialmente en noviembre.
La Coronilla de la Medalla Milagrosa se compone de la oración inicial, la recitación del Credo en su forma corta, y tres súplicas alternadas por tres Ave María. Se cierra con la Oración final, con un Padrenuestro, Ave María y Gloria para el Santo Padre.
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