Andará
el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen, Así es el que se llega a la
mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare. Prov.
6: 20-29
El adulterio trae
destrucción familiar, no sólo afectando al matrimonio sino
también a los hijos que son quienes terminan experimentando un gran dolor como
consecuencia de los errores de sus padres. Lo primero que se pierde en
este tipo de situaciones es la confianza y justamente esta es una de las cosas
más difíciles de recuperar, aunque como sabemos, no hay nada imposible para
Dios.
Por
lo cual y siendo conscientes de las devastadoras consecuencias del adulterio
creo que es importante estar alerta contra los lazos de pecado con los cuales
el enemigo nos quisiera atrapar. Resulta alarmante ver como personas casadas coquetean con
sus compañeros de trabajo, permitiendo ciertas conversaciones íntimas en las
cuales abren sus corazones compartiendo anhelos, problemas, temores o
preocupaciones.
Esto
espiritualmente significa abrirle la puerta al pecado y a todas sus
consecuencias o como bien nos enseña el proverbio citado: no se puede caminar
sobre las brasas sin quemarse.
Pero
también hay algo que está teniendo mucho auge y es lo que podríamos denominar
el “adulterio virtual”.
Esto
sucede cuando por medio del chat o las redes sociales las conversaciones pasan
a ser cada vez más frecuentes e íntimas lo cual lleva a que con el tiempo se terminen
involucrando sentimentalmente.
En
la comparación “la pareja virtual” pareciera ser más comprensiva y atractiva
que el cónyuge, por lo que gradualmente se comienza a dedicar más tiempo a
estas conversaciones y luego hasta podrían querer concretar físicamente la
relación.
El
hecho de que sea algo virtual, no quita la esencia de pecado de este tipo de
situaciones, ya que para cometerlo no hace falta concretarlo físicamente, la
Biblia dice: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Mateo 5:28.
A
veces se trata de compensar la falta de comunicación en el matrimonio con las
conversaciones virtuales, lo cual hará que con el tiempo cada uno de los
esposos permanezca en su mundo. Quizás vivan en la misma casa, pero en la
práctica habrá una distancia que los separa y que lamentablemente cada día se
hace mayor.
Por
lo tanto, no podemos ser tan livianos como para permitirnos ciertas cosas, como
mirar lo que no se debe, compartir nuestra intimidad o abrir el corazón dando
lugar a situaciones ambiguas. Las consecuencias de permitir todo esto suelen
ser nefastas. El mejor consejo sería huir de este tipo de tentaciones, tal como
lo hizo José cuando fue tentado con la esposa de Potifar.
Porque
de dar lugar a la tentación, tal vez se llegue a un punto donde la resistencia
pudiera resultar casi imposible.
Nadie
adultera de un momento para otro, generalmente se va concibiendo la idea, los
filtros que antes impedían hacer o decir ciertas cosas ya no funcionan y
primero se produce un adulterio a nivel de la mente, luego la idea va creciendo
y finalmente dará a luz al pecado.
Por
lo tanto, es necesario ser muy cuidadosos con lo que vemos y con las ideas y
pensamientos que dejamos que hagan nido en nuestra mente. Te animo a que tomes
la decisión de guardar tus pensamientos de manera que ellos no se vuelvan
incontrolables. La Biblia nos da un gran consejo acerca de lo que debemos pensar:
“Por lo
demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre
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