Te
ha pasado que por incurrir varias veces en un acto equivocado, ya no te sientes
culpable. Es como aquel niño que es retado cada día por su mamá, hasta que esos
gritos se vuelven una rutina en su vida.
O cuando su padre lo maltrata físicamente con
un cinturón en cada oportunidad, hasta que deja de sentir el dolor y por lo
tanto sigue cometiendo fechorías.
De igual forma, podemos volvernos insensibles al pecado, continuar con algo que
a Dios no le agrada y después dejar de sentirnos mal porque sea vuelto normal
en nuestras vidas. Lamentablemente, muchos vivimos una vida cristiana con el
corazón duro ya que nos hemos olvidado lo que significa el arrepentimiento.
Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a
Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor. Hechos 3:19
Arrepentirse significa “cambiar tu mente.” La Biblia también nos dice que el
verdadero arrepentimiento tendrá como resultado un cambio de conducta. La total
definición bíblica del arrepentimiento, es cambiar de mentalidad, lo que
resulta en un cambio de acciones y actitudes, dejar lo que está mal para
empezar a caminar bien, sólo así estaremos cerca del Señor.
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Recuerda,
por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues
si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te
hubieres arrepentido. Apocalipsis 2:4-5
Así como no puedes curar la herida solamente con un parche, sino que tienes que
quitar la infección desde la raíz, así es necesario que elimines desde lo que
origina todo aquello que ha sido causante de tu tropiezo.
Posiblemente
renunciar a amistades, una pareja o personas que ponen tu mirada en otros lados
menos en el Señor, ya no frecuentar lugares que atrapan tu debilidad, dejar
distracciones que te quitaban tiempos con Dios.
Tienes ahora un desafío, y es dejar a un lado la religión fría, la relación
vacía que tienes con Dios. Examina de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a
caminar con Dios. Levántate y comienza a dar los primeros pasos, estudiar tu
biblia y orar. Ya no endurezcas tu corazón, se obediente mientras tengas la
oportunidad
¡Recuerda que no hay nada duro que Dios no pueda romper
¿Te
ha pasado que por incurrir varias veces en un acto equivocado, ya no te sientes
culpable? Es como aquel niño que es retado cada día por su mamá, hasta que esos
gritos se vuelven una rutina en su vida.
O cuando su padre lo maltrata físicamente con
un cinturón en cada oportunidad, hasta que deja de sentir el dolor y por lo
tanto sigue cometiendo fechorías.
De igual forma, podemos volvernos insensibles al pecado, continuar con algo que
a Dios no le agrada y después dejar de sentirnos mal porque sea vuelto normal
en nuestras vidas. Lamentablemente, muchos vivimos una vida cristiana con el
corazón duro ya que nos hemos olvidado lo que significa el arrepentimiento.
Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a
Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor. Hechos 3:19
Arrepentirse significa “cambiar tu mente.” La Biblia también nos dice que el
verdadero arrepentimiento tendrá como resultado un cambio de conducta. La total
definición bíblica del arrepentimiento, es cambiar de mentalidad, lo que
resulta en un cambio de acciones y actitudes, dejar lo que está mal para
empezar a caminar bien, sólo así estaremos cerca del Señor.
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Recuerda,
por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues
si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te
hubieres arrepentido. Apocalipsis 2:4-5
Así como no puedes curar la herida solamente con un parche, sino que tienes que
quitar la infección desde la raíz, así es necesario que elimines desde lo que
origina todo aquello que ha sido causante de tu tropiezo.
Posiblemente
renunciar a amistades, una pareja o personas que ponen tu mirada en otros lados
menos en el Señor, ya no frecuentar lugares que atrapan tu debilidad, dejar
distracciones que te quitaban tiempos con Dios.
Tienes ahora un desafío, y es dejar a un lado la religión fría, la relación
vacía que tienes con Dios. Examina de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a
caminar con Dios. Levántate y comienza a dar los primeros pasos, estudiar tu
biblia y orar. Ya no endurezcas tu corazón, se obediente mientras tengas la
oportunidad
¡Recuerda que no hay nada duro que Dios no pueda romper!