PERSIGUIENDO EL DINERO

Seguramente has admirado a personas famosas que salen en la televisión, puesto que tienen todo lo que el dinero pueda comprar. Sin embargo, muchos ignoramos su sufrimiento. La fama les ha dado riquezas pero no amigos, reconocimiento pero poseen hogares divididos y en otros casos están esclavizados por la droga u otra sustancia.
Recordemos al  famoso artista Juan Luis Guerra ¿Qué lo llevó a volverse cristiano cuando aparentemente lo tenía todo? Esa pregunta se la hacen sus seguidores una y otra vez. Él la responde sin prisa: "Yo tenía en mi vida muchos triunfos, fama y fortuna pero no tenía paz, vivía tomando pastillas para controlar la ansiedad y dos personas me predicaron y dijeron que la paz que buscaba, la podía encontrar ahí, en el Señor. Abrí mi corazón y no sólo encontré paz sino vida eterna". Para él, esa ha sido la decisión más acertada de su existencia.

“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”.

También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:15-21 LBLA

¿Cuántas personas son como el hombre rico de la parábola? Buscan ser felices consiguiendo satisfacer todos sus deseos, pero se olvidan de Dios. Recuerda algo importante:

Porque ¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Mateo 16:26-27

Con estas palabras Jesús nos recuerda el valor del alma: Es la posesión más valiosa que uno tiene ¡Todas las riquezas y el poder que alguien pudiera ganar no vale el precio del alma!

Lamentablemente muchos se olvidan que existe una vida eterna y pierden el tiempo buscando la felicidad en riquezas que tendrán corta duración. Hoy pregúntate: ¿Qué estoy persiguiendo?¿Estoy preparado para partir de esta tierra?

¡Salva tu alma! ¡Busca al Señor! Las riquezas en este mundo son pasajeras.

Publicar un comentario

0 Comentarios

TE PUEDE INTEREZAR

'; (function() { var dsq = document.createElement('script'); dsq.type = 'text/javascript'; dsq.async = true; dsq.src = '//' + disqus_shortname + '.disqus.com/embed.js'; (document.getElementsByTagName('head')[0] || document.getElementsByTagName('body')[0]).appendChild(dsq); })();