NECESITO ACEPTAR A JESUS PARA SER SALVO

Para muchas  personas  resulta difícil entender la importancia de recibir a Jesús como  Salvador de sus vidas.  Normalmente, cuando se toca el tema, las preguntas que surgen son: ¿Por qué Jesucristo es el único camino hacia la salvación? ¿Por qué Juan Pérez no me puede salvar?

Debemos recordar que Dios es Santo, Justo e Inmutable, de tal manera que Dios aborrece el pecado (Dios no puede ver el pecado con agrado) y debe castigarlo.

Dios no puede elegir simplemente perdonarnos y ya porque la paga del pecado es la muerte.
Dios tiene que castigar el pecado porque es Justo. Así como nosotros castigamos lo malo y lo injusto…

En su amor infinito, Dios decidió ocupar nuestro lugar, pero Él no puede morir a sí mismo para expiar el pecado.

De manera que toma una naturaleza humana, vive una vida perfecta (guarda toda la ley) y muere físicamente y espiritualmente. A esto se le llama sustitución penal – satisfacción vicaria – Significa que Dios toma mi culpabilidad, y mi pecado.

Juan Pérez no puede salvarnos porque al que hemos ofendido con nuestro pecado es a Jesucristo (Dios encarnado) no a Juan Pérez.

¿Ve la lógica? ¿Ve por qué tiene sentido?

La persona ofendida es la única que te puede perdonar.  De manera que Jesucristo es el Único que puede perdonarnos y por consiguiente otorgar salvación.

Usted no puede salvarse así mismo al hacer buenas obras para pagar por las malas. Si  usted cree que puede hacer buenas obras para pagar por las malas; esto se llama un acto supererogatorio; es decir, es creer que usted puede hacer obras buenas que superan lo que se requiere; acumular merito y así pagar por sus malas obras. Esa idea ¡Es una mentira! ¿Por qué? Porque usted tiene que guardar toda la ley todo el tiempo. Déjeme ponérselo en perspectiva…

Supongamos que usted por andar a las carreras se pasa un semáforo en rojo, lo detiene un policía, lo multa, se presenta ante el juez, el juez le pregunta:

¿Cómo se declara?
¡Inocente!
¿Inocente? ¿Te pasaste el semáforo en rojo?
Sí, me lo pasé porque andaba bien apurado…
No comprendo, admites que te pasaste el semáforo en rojo, pero no te consideras culpable.
Así es su señoría, como puede ver usted, antes de pasarme el semáforo en rojo me pase 6 semáforos en verde así que no me debe castigar.

¿Ve lo absurdo e incoherente que es esto? 

Sin embargo, ¡esto es lo que enseñan de una forma u otra todas las religiones del mundo! Que usted puede ofrecer suficientes obras buenas para pagar por las malas y así obtener la salvación.

Como puede ver, Usted no puede ofrecer la ley que debería haber guardado; como merito para pagar por la ley que infringió.

¡No se puede! ¡No tiene sentido! ¡Es ilógico!

De manera que la verdadera salvación involucra dos cosas:

1.             Perdón y 2. Reconciliación

Yo Necesito que Dios me perdone, que Él tome mi culpa… 

¿Y para eso qué necesito hacer? Arrepentirme y Confesar. 

Es ahí cuando tengo comunión con Dios y el resultado soy una nueva criatura, llegamos a ser Sus hijos, y somos adoptados en su familia.  No por nada de lo que yo hice si no por lo que Dios ha hecho.  ¿No le parece una gran noticia?

Es por eso, que si desea ser salvo, le invito a hacer una oración, no necesita palabras rebuscadas ni frases elaboradas, simplemente debe reconocer que es pecador y que necesita el perdón de Dios. Invita a Jesús a ser el Señor de tu vida y empieza una vida plena.

Ahora mismo, donde tú  estás puedes recibir el regalo de la vida eterna por medio de Jesucristo. Por favor acompáñame en esta oración, y repite en voz alta.

“Padre celestial, yo (nombre) reconozco que soy un pecador, y que mi pecado me separa de ti. Me arrepiento de todos mis pecados, y voluntariamente, confieso a Jesús como mi Señor y Salvador, y creo que Él murió por mis pecados. Creo, con todo mi corazón, que Dios el Padre lo resucitó de los muertos. Jesús, te pido que entres en mi corazón y cambies mi vida. Renuncio a todo pacto con el enemigo; y si yo muero sé que al abrir mis ojos, estaré en tus brazos. ¡Amén!

Sin más que decirte me despido deseándote el mayor de los éxitos en todos los desafíos que tengas por delante.

TE PUEDE INTEREZAR