Amado
Dios, en este momento me acerco hasta Ti, lleno de alegría y gratitud, porque
Tú siempre me das todo e incluso mucho más de lo que necesito.
Me diste la
vida, me brindas tu amor y eres Tú quien guía mis pasos durante cada nueva
jornada. Es hermoso vivir cada día con la esperanza que solo da tu sublime
compañía y la certeza de que en tu nombre, lo mejor aún está por llegar.
Amado Dios,
hoy te doy gracias por mi vida, por la vida de mi familia, por el don de la
salud, por nuestro hogar, nuestros trabajos y todas las hermosas bendiciones
que Tú nos das y por aquellas que están por llegar.
También en
esta oración te hago una petición muy necesaria y especial: por favor aleja de
nuestra vida aquellas personas malintencionadas, que con su envidia y
pensamientos negativos nos desean el mal.
Amado Dios,
por favor cúbrenos con tu manto de luz y amor y líbranos de los lobos
disfrazados de ovejas, del odio detrás de una falsa sonrisa y de la falsedad
cuando se disfraza de amigo.
Por favor
toca el corazón de estas malas personas y ayúdalos a transformar sus vidas.
Enséñales que los grandes logros y las grandes alegrías se alcanzan con
trabajo, dedicación y disciplina y recuérdales que nunca nadie recogerá una
cosecha en terreno ajeno.
De mi parte
yo seguiré viviendo cada día con alegría y dando a cada instante lo mejor de
mí, pues si Tú estás conmigo, nada de lo malo podrá alcanzarme.
Padre
celestial, por favor dame la fortaleza para seguir creciendo y adelante aun en
medio de las pruebas y dificultades, porque es tu gracia la que me sostiene y
donde Tú estás nunca falta absolutamente nada. Gracias Señor por escuchar mi
oración y por tus maravillosas promesas, Amén.
Con devoción y bondad te permitirá acercarte a Dios y pedirle
que sea Él librándote de toda envidia o malas intenciones. No te aflijas ni te
preocupes, pues Dios será tu guía y protector.