“Señor,
a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he
quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he
reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así
también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.”
Romanos 11:3-5.Elías se sentía solo y abatido ante la dura prueba de persecución que estaba atravesando y esto lo llevó a pensar que él era el único profeta que había quedado con vida, por lo que ahora vendrían por él. Si bien esto no era cierto, al menos era la propia percepción de Elías, quien tuvo al menos la virtud de no enmascarar sus temores, sino que por el contrario fue completamente sincero delante Dios.
Romanos 11:3-5.Elías se sentía solo y abatido ante la dura prueba de persecución que estaba atravesando y esto lo llevó a pensar que él era el único profeta que había quedado con vida, por lo que ahora vendrían por él. Si bien esto no era cierto, al menos era la propia percepción de Elías, quien tuvo al menos la virtud de no enmascarar sus temores, sino que por el contrario fue completamente sincero delante Dios.
El
no tenía ninguna esperanza en que algo mejorare, en su concepto todo el pueblo
de Israel se había apartado del Dios verdadero
Sin embargo Dios le dice: "He apartado para mí siete mil hombres que no han doblado la rodilla ante Baal." Y Romanos 11:5 nos dice que en la actualidad hay un remanente escogido por gracia para hallar salvación. Por lo tanto, y contrariamente a la visión que Elías tenía, Dios había separado una gran cantidad de hombres que no se habían entregado a la idolatría de Baal. Arrodillarse ante él representaba la sumisión de una persona ante ese dios. Recordemos que Baal estaba a la cabeza en el panteón y era considerado el padre de los 70 dioses.
Sin embargo Dios le dice: "He apartado para mí siete mil hombres que no han doblado la rodilla ante Baal." Y Romanos 11:5 nos dice que en la actualidad hay un remanente escogido por gracia para hallar salvación. Por lo tanto, y contrariamente a la visión que Elías tenía, Dios había separado una gran cantidad de hombres que no se habían entregado a la idolatría de Baal. Arrodillarse ante él representaba la sumisión de una persona ante ese dios. Recordemos que Baal estaba a la cabeza en el panteón y era considerado el padre de los 70 dioses.
No se suponía que Elías debía estar deprimido, pero lo estaba. Un hombre como él, que oró y no hubo lluvia por más de tres años, y también por su oración la lluvia regresó. Un hombre lleno de poder de Dios y de una fe tan valiente y certera como para avergonzar públicamente a los profetas de Baal, sin embargo Elías estaba deprimido, las glorias pasadas ya no servían para animarlo ni mirar el futuro con esperanza.
Muchas veces nos sentimos como Elías o bien como el Apóstol Pablo quien hace referencia a esta historia del Antiguo Testamento. Enfrentamos oposición y hasta nos sentimos solos con nuestra fe y valores cristianos. En ocasiones vemos las noticias o los valores que se transmiten por los medios de comunicación y podríamos llegar a una conclusión parecida a la de Elías, ¿acaso todos se han apartado del verdadero Dios? ¿Dónde han quedado el temor de Dios y valores tales como el matrimonio, la familia o el respeto a la vida?
En ocasiones veo personas defender acérrimamente al líder del partido político al que adhieren o su ideología, sin embargo no están dispuestos a levantar una sola palabra para oponerse a leyes que abiertamente contradicen la Palabra de Dios. Pareciera que somos más audaces y valientes para defender una posición política que para defender los principios de nuestra fe.
Sin embargo, hoy al igual que en los tiempos de Elías, hay un remanente que no dobló rodillas ante los valores de las post modernidad, un ejército que no se avergüenza del Evangelio y está dispuesto a permanecer firme aún en medio de la persecución.
Es posible que en otros tiempos hayas servido al Señor, sentías que El te usaba como instrumento suyo, lo buscabas con pasión queriendo compartir su Palabra con cuanta persona te relacionabas. Pero quizás hoy te encuentras como Elías, sin esperanza, sintiéndote solo y viviendo de recuerdos, pero ante estas situaciones es buena recordar lo que Dios le dijo al profeta:
“Levántate y come porque largo camino te resta” 1 de Reyes 19:7.
Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre