Carlos llegó del trabajo con deseos de descansar en el
sofá y leer su libro preferido. Sin embargo, armó un escándalo porque este
libro se encontraba perdido, su esposa e hijos buscaron, pero no pudieron
encontrarlo, entre gritos e insultos por el enojo de Carlos se fueron a dormir.
Al día siguiente Carlos encontró el libro en el escritorio de su trabajo, olvidó que lo había llevado para concluir su lectura.
Al día siguiente Carlos encontró el libro en el escritorio de su trabajo, olvidó que lo había llevado para concluir su lectura.
¡Qué difícil es inclinar la cabeza! En esta historia, a Carlos le corresponde pedir perdón a su esposa e hijos por su equivocación y por supuesto que no será fácil. A la mayoría de las personas le gusta elevar la cabeza en lugar de bajarla, generalmente uno quiere tener la razón y que su palabra tenga mayor valor a otras, esto es "Soberbia"; que se define como altivez, orgullo, arrogancia y envanecimiento. Es importante aclarar que a Dios no le agrada la altivez, por tanto, mira de lejos a estas personas y no las atiende (Salmos 138:6). La Palabra de Dios advierte que tarde o temprano será su caída y quebrantamiento.
Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu… Proverbios 16:19
La soberbia es pretender vivir sin Dios. Esto hace referencia a todas las personas que viven a su manera, haciendo lo que quieren aunque esto no agrade a Dios. La Biblia dice: "no mentirás" pero mienten a diario; "amar a Dios sobre todas las cosas" y no apartan tiempo para orar y estudiar su palabra; "amar al prójimo" y no desean perdonar. ¡Esto es soberbia!
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para nuestras almas”. Mateo 11:29
En este momento Jesús te hace una invitación y te pide que lleves su yugo, siendo como Él: humilde y manso.
¿Quieres estar cerca de Dios? Entonces toma una decisión, deja de ser tú y permite que Cristo viva en ti, renuncia al orgullo y permite que Él tome el control, no pierdas más bendición y compañía del Señor.
Pide perdón y dile: ¡Quiero menguar para que crezcas tú!
Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, dejanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre