Padre amado, Padre Eterno, Padre misericordioso, con humildad me inclino ante tu Gloriosa Majestad pidiendo tu auxilio ante la adversidad.
Tú que eres la eterna protección que nos libra de nuestros enemigos, Tú que nos salvas de todo daño, peligro y amenaza, Tú que eres nuestra fuerza y defensa te invoco y pido tengas compasión de mí:
Expulsa y aleja toda influencia y espíritu maligno de mi vida, todo amarre y magia que hayan realizado sobre mí y libérame de todo lo que me impide avanzar y prosperar y así pueda llegarme abundancia de bienes, el éxito y la paz..
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, Ángeles, Arcángeles y Santos del paraíso descended sobre mí, acudid en mi ayuda en la lucha contra el enemigo maligno, y alejad de mí a los hombres de mala voluntad que buscan perjudicar mi alma y mi cuerpo.
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, derrama tus gracias sobre mí y libérame, expulsa de mí todas las fuerzas del mal, toda influencia de los espíritus malignos, aniquílalos, destrúyelos, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Derrama sobre mí la Preciosísima Sangre de tu Hijo, que su Sangre inmaculada y redentora quebrante y rompa toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente, toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y conjuro todas las maldiciones, magias negras y el mal de ojo; que por su poder sea liberado de todo lo que es mal.
Oh Padre bueno y compasivo, de cualquier mal oculto, te ruego: líbrame; de personas oportunistas y estafadoras: líbrame; de las traiciones, envidias, celos y perfidias: líbrame, de salaciones, trabajos de magia y mal deseo: líbrame, de los malos vecinos y falsas amistades: líbrame; de difamaciones, chismes y malas lenguas: líbrame; de las injusticias, peligros y persecuciones: líbrame.
Oh Señor Omnipotente y Todopoderoso, con tu amor cúbreme, con tu poder cuídame, defiéndeme, y concédeme me vea libre de esto que me atormenta y tanto perjudica mi vida y bienestar:
(Decir lo que se desea conseguir).
Soberano hacedor de todo lo creado que Tu Justicia Divina me brinde su protección y actúe por mí en todo momento.
Y concédeme, Señor, que yo sea tu leal y fiel vasallo, y que no falte un punto de tus santos Mandamientos, para que sirviéndote bien en esta vida, merezca gozar de la Gloria Celestial.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria.
Es conveniente quemar granos de incienso y pasar el humo por la persona (uno mismo o por quien se desea liberar), y por la casa, el negocio... y encender una vela azul oscuro, dejándola consumir del todo.