Jesús se encontraba enseñando en una sinagoga y en ese mismo lugar estaba una mujer que vivía encorvada desde hace 18 años (es decir no podía enderezarse completamente), quizás la vida de esta mujer no haya sido nada fácil pues ¿Qué tan lejos podía llegar si solamente podía ver sus pies y el piso?
Lucas 13:11 dice: “vio a una mujer que estaba lisiada a causa de un espíritu maligno (…)” en versículos anteriores y posteriores no encontramos la razón por la que esta mujer estaba siendo atormentada por el enemigo, pero sí sabemos que su condición era consecuencia de un pecado.
El encuentro con Jesús le cambio la vida, “Cuando Jesús la vio, la llamó y le
dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad” Lucas 11:12 (NVT), halló libertad y
perdón de pecados.
Al igual que esta mujer muchos de nosotros podemos estar viviendo imposibilitados por causa del pecado; quizás son muchas las faltas, necedades, culpa y errores que cargamos en la espalda y está llegando al punto de que por el tamaño y el peso de lo que llevamos estamos comenzando a encorvarnos.
¿Qué podrías hacer o a dónde podrías ir si solamente puedes mirar abajo? Cuán difícil debió ser la vida de esta mujer pues su condición la limitaba y con ello se acomodó a su situación, tal vez ya te acostumbraste a vivir así, sin poder mirar adelante y vives teniendo compasión de ti mismo.
Jesús quiere enderezarte y quiere hacerte libre de lo que estás llevando, Mateo 11:28 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”, Él está dispuesto a quitarte la carga (frustraciones, miedo, duda, falta de perdón, orgullo, etc.) y así podrás ver hacia adelante y podrás lograr aquello que te parecía imposible.
Decide hoy soltar aquello que te detiene, limita y te causa heridas y pon todo en las manos de Dios y sé verdaderamente libre.