ENSEÑA

La lectura de la Biblia es una práctica que permite conocer a Dios en una manera más profunda. A través de cada página podemos ver de manera clara los pensamientos, reacciones, juicios y posiciones que nuestro Señor tiene en cuanto a la humanidad.

Pero no sólo eso, sino que también podemos conocer cómo tratar con el hombre. Dentro de este contexto citemos Proverbios 22:6 que dice: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (RVR 1960) El verso se explica por sí solo, pero no está dirigido únicamente a niños, es también la manera en la que Dios forma siervos para su obra.

Mantengamos el enfoque en la primera parte que dice: “Instruye al niño en su camino.” Según el diccionario instruir significa proporcionar conocimientos, habilidades, ideas o experiencias a una persona para darle una determinada formación. A lo largo de la Biblia podemos notar que estos cuatro aspectos importantes son dados directamente por Dios.

1. Conocimiento: “Porque Jehová da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia.” Proverbios 2:6 RVR 1960

2. Habilidades: “A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” 1 Corintios 12:10-11 RVR 1960

3. Ideas: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” Jeremías 33:3  RVR 1960

4. Experiencias: Este último aspecto quizás es el más resistido por todos porque implica estar en medio de una situación para aprender.

No podemos negar que existen momentos de alegría y gozo cuando uno sirve a nuestro Señor, pero también llegan momentos de aflicción y pesar, momentos de angustia que invitan a tirar la toalla por lo complicado que puede llegar a ser un problema. En muchas ocasiones las circunstancias incluso son tan abrumadoras que sin la ayuda de Dios sería imposible continuar adelante.

Así como todos los aspectos necesarios para la formación de un hombre son dados personalmente por Dios, este último no es la excepción. Él permite que tengamos experiencias  difíciles para que lo conozcamos más y aprendamos de su fidelidad y amor.

No tengas miedo a la instrucción de Dios para tu vida, Él te acompañará en cada paso.

Isaías 41:10 dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Versión Reina-Valera 1960.

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