“El
mal es como el océano, donde se acaba la tierra, empieza el agua” ( José María
Moliner).
Hoy
quiero presentarte el problema del mal.
Te
darás cuenta que desde que el hombre es hombre, ha sido un fenómeno
ininteligible.
Para
mucha gente es un misterio desconcertante. El mal es tan connatural al mundo
como la sombra a los cuerpos.
Te
gustará las opinión de muchas personas que han pensado sobre este problema
miles de veces.
A
mí me encanta. Dicen que el mal es la limitación del bien. Esto quiere decir
que, visto fríamente, la maldad no existe. Hay solamente diferentes
grados de bondad.
La
bondad es relativa, depende de la esencia de cada ser.
¿Cuál
es tu grado de bondad? Responde sin miedo, tranquilo y relajado.
¿Qué
florece más en ti: la bondad o la cizaña del mal?
En
tu vida, me imagino, florece cada día la flor exquisita de tu bondad.
¡Enhorabuena!
Entonces el mal no existe en ti.
Un
padre de familia trabajaba a fondo perdido muchas horas durante la semana tras
su horario normal.
¿Cuánto
ganas en esas horas extras?, le preguntó un compañero de trabajo.
¿Sabes
lo que le contestó?
Esto:
Gano cada día en mi vida y en la de los otros muchos grados de bondad, de
generosidad, de sonrisas y alejamiento del mal que atormenta a mucha gente que
hace poco por crecer en esta virtud.
¡Vive
hoy feliz!