Un
plan que tenía como objetivo ocultar el error (pecado) de un rey, no resultó
como se esperaba y terminó en tragedia, esta es la historia del rey David,
Betsabé y su esposo Urías que encontramos en 2 Samuel 11 y 12.
Todo lo sucedido entres estas personas fue una tragedia para un reino y una
familia. A pesar de que David conocía a Dios y tenía una relación cercana con
Él, no dudó en tratar de esconder su pecado, pero su plan no salió como había
pensado y todo empeoró al punto de que una persona perdió la vida.
Parecía que había sido el crimen perfecto, pero recordemos que a Dios nada se
le puede esconder, por ello Natán fue usado para confrontar a David “Entonces
dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre (…)” 2 Samuel 12:7 (NTV)
Aunque David trató por todos los medios ocultar lo que hizo, fue
descubierto “Tú lo hiciste en secreto, pero yo haré que esto
suceda abiertamente a la vista de todo Israel” 2 Samuel 12:12 (NTV), de
esta misma manera, hoy muchos tratan de esconder sus faltas e ignoran que
mientras más tiempo pase, el pecado puede seguir dañándolos y hundiéndolos.
¿Tienes algo que esconder? Somos seres humanos que fallamos y nos equivocamos
pero también tenemos un Dios Bueno y Misericordioso que espera que nos acerquemos
a Él y reconozcamos nuestra falta “Finalmente te confesé todos mis
pecados y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije: Le confesaré mis rebeliones
al Señor, ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció” Salmos 32:5 (NTV).
Es cierto que Dios sabe lo que hiciste, pues Él estaba ahí, pero necesita que
reconozcas tu falta, pide que esas palabras de arrepentimiento genuino salgan
de tu boca.
David halló el perdón porque habló y reconoció su pecado, hoy te animo a ser
sincero con Dios y que le digas en lo que fallaste, pues solo así serás librado
de la culpa que puedes cargar una vida.
Hola, espero que estés bien, déjanos conocer tu opinión, y sobre todo no te olvides de compartir, bendiciones.
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