Tiempo
atrás, cuando aún no había entregado mi vida a Jesús, me encontraba atravesando
ciertos problemas como consecuencia de mis malas decisiones y actitudes.
Ante
esta situación, clamaba a Dios por ayuda, pidiendo que me librara de las
consecuencias de mis errores, a la vez que prometía no volver a cometerlos.
Tristemente, una vez que pasaba el susto propio de la situación, volvía a
recaer en lo mismo.
El buscar a Dios solo por conveniencia y seguir con malas actitudes era normal
para mi, tenía el deseo de cambiar pero simplemente no podía. Así estaba hasta
que conocí a Jesús de una forma personal y única, ahí es donde empezó su obra
de transformación en mi vida.
Podría mencionar muchas cosas que Él ha cambiado en mí y aún lo sigue haciendo,
pues se está encargando de cada detalle para perfeccionarme. Sé que en cada
persona que decide creer en Dios, se inicia un proceso de transformación desde
el interior el que luego se exterioriza en nuevas conductas, emociones y
decisiones.
Efesios 4:28-30 LBLA dice: “El que roba, no robe más, sino más bien que
trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué
compartir con el que tiene necesidad. No salga de vuestra boca ninguna palabra
mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del
momento, para que imparta gracia a los que escuchan. Y no entristezcáis al
Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.” Estas son algunas de las cosas que cada seguidor de Jesús debe
reflejar: el cambio de acciones y carácter, evidencian nuestra salvación y dan
buen testimonio a los demás.
Evalúa cómo ha estado tu vida desde que iniciaste tu relación con Dios, ¿Qué cambios auténticos hubieron? Pero
además ¿Sigues permitiendo que el
Espíritu Santo obre en tu carácter? Pregunta a alguien de confianza que te
ha conocido por mucho tiempo, si ven algo diferente. Si ellos no notan ningún
cambio, será entonces el tiempo de buscar más de Dios, permitiendo al Espíritu
Santo moldee tu vida.
Estamos empezando un nuevo año, pero recuerda que aún continuamos siendo
moldeados por Dios, no nos conformemos pues Él seguirá haciendo maravillas en
nosotros.
La nueva vida que da, nos asegura la eternidad con Dios y también una
transformación favorable para nuestra vida y la de nuestro entorno.
Hola, espero que estés bien, déjanos conocer tu opinión, y sobre todo no te olvides de compartir, bendiciones.
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