La persona que te ama te corregirá y exhortará cuando vea que estás equivocado
o haciendo algo que no es correcto, pero nunca dejará que vivas a tu manera y
obrando mal.
Dios quiere que seas una persona sabia y disciplinada, para eso Él pondrá en tu
vida personas y circunstancias que te ayudarán a corregir todo aquello que no
esté bien en ti. “Porque Dios corrige y castiga a todo aquel que ama y
que considera su hijo.” Hebreos 12:6 (TLA)
Pero, ¿a quién le gusta que le corrijan? A la gran mayoría de las personas no
nos gusta la corrección ni que nos llamen la atención. Nos creemos
autosuficientes y sabios en nuestra propia opinión.
A veces cuando alguien nos hace dar cuenta de nuestros errores respondemos de
mala manera con palabras como: “es mi vida” “es mi problema” “puedo vivir como
yo quiero” “no te metas en mi vida” “quiero estar solo (a)” “no vuelvas a
hablarme” o simplemente con nuestra actitud decimos todo eso. ¿Te pones así
cuando alguien quiere aconsejarte y ayudarte?
Te diré algo, no avanzarás mucho en la vida si no estás dispuesto a ser
enseñado. Seguirás en el mismo error y poco a poco te volverás una persona
carente de sentimientos, que se molestará y maltratará cada vez que
alguien quiera corregirte.
La palabra de Dios dice: “Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo
menospreciéis.” Proverbios 8:33 (RVR1960)
Si quieres ser una persona madura y sabia necesitas que te corrijan. La
corrección te ayuda a combatir defectos que quizás ni siquiera sabías que
tenías, pero que los demás ven en ti.
Sé una persona humilde y no orgullosa para aceptar la corrección y los consejos
que te den. No olvides que el regaño que más te duele podría ser el que más
necesitas.
Proverbios 16:18 (PDT) dice: “Después del orgullo viene la caída; tras la
arrogancia, el fracaso.” Y en Mateo 5:5 (NTV) Jesús dijo: “Dios bendice a los
que son humildes, porque heredarán toda la tierra.”
La persona que te corrige quiere lo mejor para ti y que seas feliz. “Hijo mío,
no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por
él.” Hebreos 12:5. (RVR1960)
“La
sabiduría multiplicará tus días y dará más años a tu vida. Si te haces sabio,
serás tú quien se beneficie. Si desprecias la sabiduría, serás tú quien sufra.”
Proverbios 9:11-12 (NTV)
Oremos:
Padre amado, gracias por tu palabra, hoy aprendí que necesito ser corregido y
enseñado. No quiero ser autosuficiente y sabio en mi propia opinión. Sé que la
falta de humildad y no aceptar la corrección de parte tuya hará que sufra
consecuencias. Por favor, haz de mi vida una persona sensible a tu voz y
correcciones, quiero ser una persona sabia y temerosa de ti. Pongo mi vida este
día en tus manos, dispuesto estoy a recibir todo lo que venga de parte tuya, en
el nombre de Jesús, amén.”