BUSCANDO CONSUELO

Necesitas paz en tu corazón
 Tal vez sientas que los problemas o alguna experiencia dolorosa te llenan el corazón de desesperanza y tristeza, Pues Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo son quienes comprenden a la perfección todo aquello que guardamos dentro.

¿Qué hacer para hallar consuelo? Es una pregunta que siempre nos hacemos en el momento, y la respuesta se encuentra totalmente a nuestro alcance, se encuentra en las Escrituras y en la oración. Tal vez porque sientas que todas esas emociones no se alejan, pienses que no haces lo suficiente; sin embargo, ello no puede ser cierto.

Dios no nos dice que a los primeros minutos después de orar, nuestros dolores desaparecerán, como un analgésico. Sino que, Él nos dará la vía para encontrar los medios y buscar la solución, encontrar la paz y fortaleza para afrontar cada desafío con reflexiones cortas cristianas.

¿Cómo Él me brinda consuelo? Las entrañables misericordias de Dios son para todos sus hijos, es una herencia incondicional. Dios suele usar muchos medios tanto sutiles como evidentes de su amor y cuidado. Si tan solo prestamos más atención a lo que ocurre a diario, nos percataremos de los esfuerzos que hace por vernos felices.

·        Los amigos perdurables, una sonrisa, un “¿cómo estas?”.
·        El abrazo de tu padre o madre, de tus hijos.
·        La oportunidad de ayudar a alguien.
·        Que alguien te escuche.
·        La música inspiradora.
·        Un trabajo por el cual obtener soluciones.
·        La compañía de personas divertidas que nos sacan una sonrisa, etc

Jesucristo conoce a la perfección el valle del dolor. Él tuvo que atravesar por todas aquellas sensaciones, tanto físicas como emocionales, en el jardín de Getsemaní. La expiación no solamente fue un medio para que obtengamos la remisión de nuestros pecados, sino también para que Él, pueda socorrernos en medio de la desesperanza.

Inclusive, la aflicción que llega a causa de las malas decisiones, las adicciones, por ejemplo. Él sabe que aquello puede traer mucha desesperación. Es ahí cuando demuestra Su amor, sólo pide que recurramos a Él en oración. Nunca nos dará la espalda, más bien sus brazos se mantienen abiertos para dar cobijo y perdón.

Procuremos orar, dirigirnos siempre a Él, no importa nuestras circunstancias o problemas. Pues está dispuesto a ayudarnos a alcanzar lo que anhelamos. La vida no es tan fácil, pero si nos apoyamos en sus hombros, podremos sentir que nuestras cargas son aligeradas y nuestras heridas sanadas.

Si tú has hallado aquel consuelo de Dios, permite que otros también lo obtengan, ayudando a otros.

Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre

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