Las
lágrimas suelen mostrarnos frágiles, pero es parte de nuestra naturaleza ante
la impotencia, injusticia, angustia, dolor, desesperación o algo que nos afecta
emocionalmente; y en ocasiones cuando por alguna razón lloramos no nos gusta
demostrarlo o sentimos vergüenza.
Muchas veces resistimos a no demostrar lo que en realidad sentimos, solamente
para que los demás no nos vean vulnerables porque la perfección y el carácter
firme siempre son bien vistos, y esto no está mal, pero que en ocasiones es una
barrera para llegar a las personas de nuestro alrededor con empatía, ya que nos
ven tan arriba de ellos mismos que prefieren mantener distancia a pesar de que
podrían necesitar nuestra ayuda.
Jesús al ver a María y a los judíos que la acompañaban en su dolor por la muerte de su hermano Lázaro, se estremeció en espíritu y se conmovió, entonces “Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.” Juan 11:35-36
La vulnerabilidad que Jesús demostró no cambió su virtud o poder. En otra ocasión también mostró enojo cuando derribó las mesas de los cambistas y los expulsó del templo; cuando los habitantes de Jerusalén lo rechazaron, Él lloró porque sabía que esa ciudad sería destruida pronto y nuevamente expresa sus emociones en el huerto de Getsemaní poco antes de su muerte.
Como cristianos no somos perfectos aún, estamos en ese proceso, pero no tengamos vergüenza mostrarnos como somos, pues aunque la sociedad demande perfección las personas somos propensas a equivocarnos. Recordemos que tenemos un Padre que, a pesar de nuestra imperfección, nos ama. ¡Eso es una maravilla! Y debe ser nuestro motor para que nos levantemos después de cada caída y también para ayudar a otros a levantarse.
Creo que nuestras caídas o equivocaciones deben ayudar a otros a levantarse, porque si Dios tiene compasión de ti o de mi seguro que también con todos los que le busquen de corazón.
“Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha.” Salmos 126:5-6 (NTV)
Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre