SIN PROPOSITO

Un muchacho se hizo un barquito de madera y salió a probarlo en el lago, pero sin darse cuenta, el botecito impulsado por un ligero viento fue más allá de su alcance. Apenado corrió a pedir ayuda a un muchacho mayor, que se hallaba cerca.

Sin decir nada el muchacho empezó a coger piedras y echarlas, al parecer contra el  barquito; el pequeño creyó que nunca tendría su bote otra vez y que el joven al que había acudido se estaba burlando de él; hasta que  se dio cuenta que en vez de tocar el bote cada piedra iba un poco más allá de éste y originaba una pequeña ola que hacía retroceder el barco hacia la orilla.
Cada pedrada estaba calculada, y por último el juguete fue traído al alcance de la mano del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la posesión de su pequeño tesoro.

En ciertas oportunidades vemos cómo nuestros sueños se alejan, cómo las circunstancias parecen ser cada vez más adversas, hasta llegamos a pensar que todo se trata de una broma de mal gusto y cuestionamos a Dios por todo lo que nos sucede.

Sin embargo, igual que en la historia, cuando nos alejamos de Dios o de su propósito para nuestras vidas, Él empieza a lanzar piedritas bien calculadas para rescatarnos, aun cuando pareciera que cada pedrada intenta hundirnos.

No importa cuánto te alejes, Dios no va a permitir que te pierdas, que sigas sin rumbo, pondrá personas y circunstancias que harán las olas necesarias para que vuelvas hacia Él porque su amor no tiene límites, su paciencia con nosotros es grande y su fidelidad es incomprensible.

El Señor es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. El Señor es bueno con todos; desborda compasión sobre toda su creación”. Salmos 45:8,9 (NTV)

Dios agotará todos los recursos para que puedas volver a Él, no endurezcas tu corazón ni cierres tus oídos.

Si te has equivocado no temas volver a tu Padre y pedirle perdón porque te está esperando con los brazos abiertos.

Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre

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