Es
cómodo juzgar la conducta de otros a simple vista, solemos sacar conclusiones
de lo poco que sabemos o lo poco que llega a nuestros oídos.
Esta semana pasó algo que me hizo pensar mucho en esto. Cuando iba a subir a la movilidad pública para trasladarme al trabajo, dos personas se adelantaron, un joven con su madre, la cual cerró la puerta al estar yo subiendo, me molesté y le dije que porqué cerraba si estaba subiendo. Sólo me pidió que la disculpara. Ya después de un trayecto ellos bajaron y pude notar algo que no percibí antes, la señora tenía problemas en la vista porque necesitaba estar agarrada de su hijo para bajar.
Me sentí terrible por mi reacción apresurada, porque lejos de ayudar a la señora con esta limitación aumenté su limitación.
Jesús confrontó a los jefes de los judíos cuando lo juzgaron por sanar a un hombre en día de reposo, cuando ellos también llevaban a cabo la circuncisión en aquél día, y les dijo: No digan que algo está mal sólo porque así les parece. Antes de afirmar algo, deben estar seguros de que así es. Juan 7:24 TLA .Jesús había dado una nueva esperanza a una persona enferma, fue de bien para él, pero los jefes judíos se preocuparon más por el cumplimiento de la ley, que a su “parecer” era lo mejor, antes de ocuparse de lo más importante: el amor a los demás.
Antes de emitir nuestra opinión o actuar al calor de nuestras emociones, tomemos un tiempo para reflexionar y preguntarnos ¿Estoy seguro de que conozco todo sobre este tema para juzgar? Así evitaremos ser de tropiezo y seremos de bendición a nuestro prójimo.
En cualquier situación en la que te toque emitir una opinión respecto a algo o a alguien, si es posible conozcamos el por qué o qué hay detrás, es posible se necesite de tu ayuda o apoyo en vez que nuestro juicio; pues de eso Dios se encargará de manera justa: Ustedes juzgan como todos los demás, pero yo no juzgo a nadie. Si lo hiciera, juzgaría de acuerdo a la verdad, porque no juzgo yo solo. Mi Padre, quien me envió, juzga conmigo. Juan 8:15-16 TLA
Recordemos que debemos ser luz y no oscuridad en todo lo que hagamos.