Esto dice el Señor: “Si regresas a mí te restauraré para
que puedas continuar sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de
palabras despreciables, serás mi vocero...” Jeremías 15:19 (NTV)
¿Sientes que estás lejos de Dios? ¿Has fallado tanto que lo único que deseas es la muerte? El Señor te dice: “si tú regresas a mí”, es decir, si tú dejas el pecado, “yo te restauraré el corazón y podrás estar delante de mí”. No te engañes, cuando estás en pecado estás apartado de Dios, Él no está contigo. Su presencia no está dentro de ti, ni sus bendiciones caerán a tu favor. Es imposible.
Por eso es importante que reconozcas que hay pecado en ti y que necesitas ser restaurado. Esto no significa que lo que hiciste no tendrá consecuencias; sino que, Jesús nunca te dejará ni te abandonará en medio de este proceso. Él te ayudará a salir adelante y vivir para Él.
¿Sientes que estás lejos de Dios? ¿Has fallado tanto que lo único que deseas es la muerte? El Señor te dice: “si tú regresas a mí”, es decir, si tú dejas el pecado, “yo te restauraré el corazón y podrás estar delante de mí”. No te engañes, cuando estás en pecado estás apartado de Dios, Él no está contigo. Su presencia no está dentro de ti, ni sus bendiciones caerán a tu favor. Es imposible.
Por eso es importante que reconozcas que hay pecado en ti y que necesitas ser restaurado. Esto no significa que lo que hiciste no tendrá consecuencias; sino que, Jesús nunca te dejará ni te abandonará en medio de este proceso. Él te ayudará a salir adelante y vivir para Él.
Dile este día a Jesús: “Señor, estoy aquí delante de ti, agradecido porque tu
misericordia me ha alcanzado, lejos de juzgarme me buscas para perdonarme y
restaurarme. Hoy te pido perdón por todos mis pecados, perdóname porque me he
alejado de ti, acepto que me dejé llevar por los placeres de este mundo y los
deseos de mi carne. Reconozco que te necesito porque sin ti no puedo vivir, por
eso te pido que me ayudes y restaures. Cambia mi carácter, transforma mis
pensamientos y fortalece mi dominio propio.
Por
favor, tómame en tus manos, quiero que me moldees conforme a tu voluntad. Hoy
quiero comenzar de nuevo con tu ayuda, no me dejes, y no me sueltes, cuando yo
quiera soltarme no lo permitas, dispongo totalmente mi corazón para que obres
libremente. Gracias Señor, porque puedo sentir tu presencia, gracias porque sé
que me amas y que terminarás la perfecta obra que un día comenzaste en mí, lo
creo en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén.”
Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros. Romanos 8:34 (NTV)
Jesús te ama tanto que está intercediendo por ti y no sólo te escogió para que seas salvo, sino que te hizo Su hijo, porque Su amor por ti es grande.
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” 1 Juan 3:1-2
¡Olvida el pasado y empieza a vivir a partir de hoy!
Hola, espero que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación, déjanos conocer tu opinión, que Dios me los bendiga siempre