En
este Salmo se canta la felicidad del pecador que ha conseguido la
reconciliación con Dios por el arrepentimiento y la confesión de sus pecados,
la dicha que experimenta por haber conseguido la amistad del Señor gracias a su
infinita misericordia. Sabe que Dios echará en olvido sus pecados, pues con el
reconocimiento sincero de las faltas y debilidades se obtiene el perdón.
Este
Salmo, es, además, una acción de gracias por el perdón otorgado, un
reconocimiento a la virtud perdonadora de Dios. El pecador reconoce que bajo la
protección de su Dios se siente liberado y por ello confía plenamente en El y
sabe que Él es el refugio de los justos, la paz y la seguridad en los momentos
de angustia, pues Dios acoge siempre al que acude ante Él con corazón apenado y
arrepentido.
(SALMO DE ACCIÓN DE GRACIAS POR
EL PERDÓN DEL PECADO)
"Dichoso
el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso
el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.
Mientras
callé se consumían mis huesos, rugiendo
todo el día, porque
día y noche tu mano pesaba
sobre mí; mi savia se
me había vuelto un fruto seco.
Había
pecado, lo reconocí, no
te encubrí mi delito; propuse:
«confesaré al Señor mi culpa», y
tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Por
eso, que todo fiel te suplique en
el momento de la desgracia: la
crecida de las aguas caudalosas no
lo alcanzará.
Tú
eres mi refugio, me libras del peligro, me
rodeas de cantos de liberación.
Te
instruiré y te enseñaré el
camino que has de seguir, fijaré
en ti mis ojos.
No
seáis irracionales como caballos y mulos, cuyo
brío hay que domar con freno y brida; si
no, no puedes acercarte.
Los
malvados sufren muchas penas; pero
al que confía en el Señor, la
misericordia lo rodea.
Alegraos,
justos, y gozad con el Señor; aclamadlo,
los de corazón sincero."
OREMOS
Oh
Señor, eterno Dios de misericordia,
Tú que nos muestras tu Amor y Justicia
perdonando nuestros fallos y pecados,
escucha nuestras sinceras súplicas
y haz que, reconociendo nuestras faltas,
nos sintamos dichosos de tu perdón
y nos alegremos y gocemos contigo.
Oh
Dios clementísimo, Dios de bondad,
Tú que eres nuestro refugio y esperanza
míranos amorosamente con ojos de Padre,
a nosotros, que, como hijos pródigos, retornamos a ti,
con tu infinito Amor concédenos perdón y misericordia,
bendícenos con tus dones y llénanos de favores,
danos paz de cuerpo y espíritu y guárdanos de todo mal con tu Santa protección.
Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Rezar
tres Padrenuestros y Gloria.
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queridos