Puede
alguien esconderse de mí en algún lugar secreto ¿Acaso no estoy en todas
partes en los cielos y en la tierra?», dice el Señor.” Jeremías 23:24 (NTV)
Muchos
creemos que podemos escondernos del Creador de la vida y de todo lo que existe;
sin embargo, olvidamos que Dios es omnisciente, que significa que lo sabe todo.
Él conoce el pasado, el presente y el futuro. Salmo 139:2-3 dice: "Tú has
conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis
pensamientos.
Has
escudriñado mi andar y mi reposo y todos mis caminos te son conocidos". En
los versos 7-12 dice: "¿a dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de
tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en Seol hiciere mi
estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el
extremo del Mar, aún allí me guiara tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere:
ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aún la noche resplandece alrededor de
mí. Aún las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo
mismo te son las tinieblas que la luz".
Adán
y Eva trataron de esconderse de Dios, pero no lo lograron y terminaron siendo
expulsados del paraíso (Génesis cap. 3). Ocultarnos cuando cometemos algún
pecado no es la solución, es mejor humillarnos, arrepentirnos y pedir perdón.
Salomón escribió: “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los
confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28:13). Juan añadió:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Mientras
haya vida y esperanza no hay razón suficiente para esconderse de un Dios
amoroso y perdonador. Él puede vestirnos nuevamente con ropas blancas
(Apocalipsis 7:14) y lino fino (Apocalipsis 19:8). Sólo necesitamos despojarnos
del pecado y recurrir a la sangre de Cristo.
No
sé cuál es tu situación en este momento, pero no olvides que no puedes
esconderte de Dios (Salmo 139:11-12), regresa a Él con arrepentimiento y fe.
“Examíname,
oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay
en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” Salmos 139:23-24
(RVR1960)
Oremos:
"Señor
Jesús, tú conoces mi vida, examíname hasta lo más íntimo de mi ser y mira si
hay pecado en mí, corrígeme de acuerdo a tu verdad y muéstrame la senda que
debo seguir. Quiero vivir para ti y agradarte a partir de hoy. Amén. "
Espero
que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación en ESPERANZA EN
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