Hace
poco vi a una ancianita vendiendo helados por la calle, ella apenas podía
caminar, pero tenía que hacer esto para poder sustentarse. Al verla en ese
estado, mucha gente le compraba y al mismo tiempo se preguntaban: ¿Dónde están
sus hijos? ¿Por qué la tienen abandonada? Y alguien exclamó: ¡Qué ingratitud!
Muchas
veces sin darnos cuenta actuamos de esta forma con Dios, después de habernos
dado la vida, una familia, un techo, un trabajo, alimentación y todo aquello
que es necesario para vivir en esta tierra, olvidamos darle las gracias.
Deuteronomio
8:10-14 (NVI) nos dice: Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al
Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado. Pero ten cuidado de no
olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos
que yo te mando hoy.
Y
cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado casas cómodas y
las habites, cuando se hayan multiplicado tus ganados y tus rebaños, y hayan
aumentado tu plata y tu oro y sean abundantes tus riquezas, no te vuelvas
orgulloso ni olvides al Señor tu Dios, quien te sacó de Egipto, la tierra donde
viviste como esclavo.
Al
pueblo de Israel se le enseñó que después de recibir debía agradecer.
Algo
que tal vez hemos olvidado hacer al levantarnos de la mesa que, cuando éramos
niños, era una regla en muchos de nuestros hogares y que ahora se ha convertido
en algo sin valor.
Si
por alguna razón has estado atravesando por escasez o tal vez tienes el
sustento necesario para cada día, no olvides agradecer a Dios por lo que te da;
pues poco a poco el Señor te conducirá a una tierra buena de arroyos y
manantiales, de trigo y de cebada, de viñas, higueras y granados, de miel y de
olivares; tierra donde no faltará el pan y fluirán los minerales.
Para
que puedas apreciar y valorar lo que el Señor tiene para ti, pero primero debes
aprender con humildad a recibir lo poco y agradecer por ello. Te aseguro que
no habrá noche que te acostarás sin cenar, porque la bendición de Dios
estará sobre tu hogar.
Espero
que estés bien, al igual que disfrutes de esta publicación en ESPERANZA EN
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