Nunca
es fácil perseverar cuando uno se encuentra en situaciones adversas, las
emociones negativas surgen como el desánimo, la desesperanza, la tristeza, el
miedo o la impotencia nos asaltan llevándonos a un aparente fracaso.
¿Cómo
seguir de pie cuando no tienes fuerzas? Cuando no entiendes ¿por qué estás
en ese escenario de dificultad? Salmos 84: 5-7 (RV1960) tiene la
respuesta: “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo
corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en
fuente. Cuando la lluvia llena los estanques, Irán de poder en poder; Verán a
Dios en Sion.”
Centrarse
en que tenemos a alguien que es mucho más fuerte que nosotros y que se preocupa
por nuestro bienestar es la mejor motivación que podemos tener. Si dejas que
los principios divinos sean los que te guíen en cualquier situación que te
encuentres, Dios fortalecerá tu corazón, te dará la fuerza que necesitas para
enfrentar las dificultades de la vida y también la sabiduría para actuar.
Ten
presente que la persona que enfoca toda su atención en qué dice la Palabra con
respecto a su problema es la que está más preparada en superar las
dificultades. Consideremos que todos tenemos problemas familiares ya sea en el
matrimonio o con los hijos, ¿De qué manera actuamos? ¿Qué consejo
seguimos?
Por
eso quiero animarte a que no te desamines porque en Dios siempre hay una
esperanza, busca la respuesta en elSeñor y experimentarás paz y confianza.
“Toda
la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y
para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos
equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.” 2 Timoteo 3:16 (NTV))